En esta obra meticulosa y rigurosa, el autor ilumina un capítulo poco explorado de la historia puertorriqueña: la importación de confinados chinos, especialmente para trabajar en la construcción de la Carretera Central entre San Juan y Ponce, entre 1865 y 1880. El resultado de esta investigación es una visión más abarcadora, matizada y humanista de la inmigración extranjera en la Isla, desde fines del siglo XIX hasta nuestros días. Jorge Duany El ingenio de José Lee desplegado en recoger y analizar estos testimonios del pasado nos ha brindado un excelente libro que complica y profundiza nuestro conocimiento histórico y nos anima a esperar de él otros trabajos del mismo calibre. Fernando Picó Esta es una mirada inteligente y sentida de lo que significó ser chino en Puerto Rico, a partir de la desgarradora y forzosa inmigración en el siglo XIX de los presos chinos que llegaron de Cuba, hasta el duro presente. En las páginas de José Lee, los chinos de ayer y los enraizados de hoy no son exóticos karatecas innatos, ni comen perros ni gatos, sino gentes capaces de practicar la disciplina, el sacrificio, la responsabilidad y la solidaridad como el resto de los cristianos. Créanme, esto no es un cuento chino más, sino el rescate de otra pieza genuina del acertijo colonial. Gervasio L. García